¿Realmente necesitas una oficina?

A veces trabajar desde casa no es tan ideal como parece. Si bien tienes autonomía sobre cómo inviertes tu tiempo, siempre existe la posibilidad de que la vida personal se mezcle con la laboral. Algunas señales de que quizá necesitas una oficina son: no tener un espacio adecuado de trabajo en casa, ser constantemente interrumpido o estar en presencia de mucho ruido. Uno de los beneficios que puede traerte una oficina es mayor reputación, ya que das una imagen más profesional y puedes atender allí a tus clientes. Además, gracias a que tendrás un ambiente más propicio para el trabajo, con menos distractores, tu concentración aumentará, afectando positivamente tu eficiencia e ingresos. También, es una oportunidad para el networking, es decir, hacer contactos de trabajo, pues, espacios como los coworking te acercan a otros trabajadores independientes, quienes se pueden volver eventualmente tus clientes.